martes, 5 de abril de 2011

Japón se ha visto obligado a optar por el mal menor. Tokyo Electric Power (Tepco), la compañía propietaria de la central nuclear de Fukushima, comenzó ayer a verter 11.500 toneladas de agua "ligeramente" radiactiva al mar -una cantidad aproximadamente equivalente a cinco piscinas olímpicas- para liberar espacio en el que almacenar otra mucho más contaminante. "Agua de desecho con un alto nivel de radiación se ha estado acumulando en los edificios de turbinas de Fukushima I, especialmente en el del reactor número 2 (de los seis que tiene la central)", dijo Tepco, quien añadió que era necesario hacer sitio para guardarla.

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